Motiv-ARTE: Experiencia de Investigación-Acción a través de un ABP sobre MIGUEL ÁNGEL

Enfoque

Gran parte del colectivo docente se enfrenta día a día a la desmotivación del alumnado, ya sea una actitud general hacia lo escolar o hacia algunas materias concretas. Esta preocupación, que puede ser asumida en soledad o de forma compartida, representa un reto continuo para nuestro sistema educativo. Al fin y al cabo ¿qué profesor no ha contado alguna vez en su aula con algún alumno con el que no logra “enganchar”? Resulta un hecho que, la heterogeneidad de todos y cada uno de los grupos se extiende, no sólo a las características personales y de aprendizaje, sino, como resulta evidente, a los factores motivacionales.

Esta era, sin duda, la característica más significativa del grupo destinatario de la experiencia que se presenta. Nos situamos en un centro rural, al frente de todas las materias (a excepción de Educación Física, Música y Lengua Extranjera) con 15 alumnos y alumnas de 5º y 6º de Educación Primaria. La desvinculación percibida entre los contenidos curriculares y la vida más allá del centro, la percepción de la escasa influencia del recorrido escolar con su futuro en el contexto rural, entre otros factores, marcaban un posicionamiento distante y desmotivado hacia todo lo que acontecía entre las paredes del centro educativo.

Motiv-Arte fue el resultado de varias experiencias motivacionales, a través de la metodología de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP). A través de este, nos adentramos en el conocimiento de la biografía y obras de Miguel Ángel, pintor desconocido hasta el momento por el alumnado.

La finalidad se centraba en motivar al grupo de alumnos hacia el autor, así como descubrir algunas técnicas plásticas a través de la mencionada metodología activa. El aprendizaje se desarrolló de forma globalizada, otorgando especial hincapié en las asignaturas de lengua y plástica.

Como paradigma investigador destaca el enfoque cualitativo, desarrollando la metodología de estudio de casos. En consecuencia, se pusieron en juego instrumentos y herramientas de recogida de datos cualitativos, como las asambleas, diario de campo y análisis del producto final, así como del proceso seguido hasta alcanzar el mismo.

Los resultados muestran que la motivación del grupo de estudiantes aumentó, mostrando más interés hacia determinadas asignaturas, especialmente, aquellas en las que se había desarrollado con mayor vinculación el proyecto. Además, la relación docente-discente mejoró, creando un clima de aula de confianza. La participación de las familias, a pesar de ser reducida, se vio influida positivamente, de forma que los padres y madres, consideraban la labor docente desde un prisma de mayor calidad al observar el cambio motivacional producido en sus hijos e hijas. En cuanto a la metodología de ABP, una vez, se perfila como una gran aliada en el proceso de enseñanza-aprendizaje, potenciando activación del alumnado y desarrollando aprendizajes significativos.