Escuchando las voces que dan forma a los espacios: Una propuesta cartográfica artística.  

Enfoque

 

El presente trabajo parte de la necesidad de representar la “voz” de los lugares que creamos y habitamos y, por ello, tiene por objeto: determinar la influencia de la función social de “los espacios de interacción”, en las emociones, los pensamientos y las acciones de las personas.

Para alcanzar el objeto de estudio, se establece un plan de trabajo artístico desarrollado en relación con la asesoría artística prestada por el Máster en Educación Artística en Instituciones Sociales y Culturales de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, durante la estancia de la candidata en la citada institución y se pretende continuar en Colombia, en el año 2024, a través del Doctorado en Diseño y Creación de la Universidad de Caldas y del Medialab Manizales.

Dicho trabajo se concretó en la elaboración y representación de una cartografía social y participativa, utilizando la piedra como elemento simbólico de representación del “yo” – cuerpo en el “nosotros” – espacio social de interacción.

Para concretar la cartografía, en primer lugar, se realizó un mapeo sistemático de los espacios sociales más significativos, siendo elegidos los siguientes: museos; estaciones de autobús, de tren y aeropuerto; facultades, bibliotecas, hospitales; zonas de parque y jardín.

En segundo lugar, se distribuyen las piedras en los espacios elegidos para que actúen como canal de comunicación entre esos lugares que habitamos y las voces de quienes los habitan, otorgándoles un sentido social y humano.

En este sentido, se crea un cuestionario encriptado en un código QR, que es adherido a la piedra, en el cual se solicitaba a la que persona que encontrase la piedra, que indicase el lugar dónde la había encontrado, su sexo de nacimiento y un pensamiento, una emoción o un sentimiento suscitado por el lugar en el que ésta se hallaba.

En total, se recibieron un total de 244 mensajes procedentes de los espacios elegidos y recibieron 57 mensajes procedentes de otros lugares de España y del mundo puesto que las piedras viajaron y fueron escuchadas y dialogadas por otras personas, distintas a las esperadas, los cuáles, se analizaron mediante las técnicas de “cohorte” (De Keulenaer, 2008; Sun Woong, 2008) y de análisis de contenido (Vallés, 1999).

Las conclusiones muestran que los lugares hablan y que cada uno lo hace con “voz propia”, atendiendo a la necesidad con la que fue creado.